
¿TIENES
MIEDO?
AQUI PUEDES DEJAR TUS COMENTARIOS, SOBRE ESTA PAGINA, RECOMENDARNOS VIDEOS Y MUSICA, SUBIR IMAGENES, COMPARTIRNOS MOMENTOS ATERRADORES Y MUCHO MAS.
El miedo en el imaginario popular y el arte
La exploración de los sentimientos más oscuros del ser humano siempre ha sido algo que ha cautivado al ser humano, intentando interpretarlo y acentuarlo en todas las vertientes culturales.
Desde las gárgolas de las catedrales, que evocan monstruos horrendos con escorzos agónicos hasta el moderno cine de terror, desde que el ser humano tiene conciencia de tal, siempre se ha regocijado en sus miedos, y, mientras que muchos de estos se mantienen desde el principio de los tiempos (deidades malignas, la muerte, terrores sobrenaturales) otros, se han ido refinando o apareciendo a medida que la sociedad avanzaba, como las fobias sociales, o las angustias modernas.
EL MIEDO
El miedo es una emoción dolorosa, excitada por la proximidad de un peligro, real o imaginario, y que está acompañada por un vivo deseo de evitarlo y de escapar de la amenaza. Es un instinto común a todos los seres humano del que nadie está completamente libre. Nuestras actitudes ante la vida están condicionadas en gran medida por esos temores que brotan de nuestro interior, en grados tan diversos que van desde la simple timidez hasta el pánico desatado, pasando por la alarma, el miedo y el terror.
Algunos de estos temores antinaturales se denominan fobias. Quienes los padecen no se ven amenazados por ninguna causa objetiva ni próxima y, sin embargo, son incapaces de liberarse de sus sentimientos negativos. Los hay que temen a las ratas, a la oscuridad o a las tormentas. Algunos tienen miedo a la soledad, otros a las grandes muchedumbres y muchos se espantan cuando penetran en espacios cerrados, como túneles, ascensores, etc. En estos casos el temor es para la mente lo que la parálisis para el cuerpo. Es el principio de todos los males, pues a un cobarde los temores le exponen a todo tipo de peligros. Cuando el miedo es constante perdemos la confianza en nosotros mismos y en nuestra propia capacidad, nos sentimos incompetentes y abocados al fracaso. Además, los temores imaginarios causan enfermedades, consumen la energía del cuerpo y producen desasosiego y pérdida de vitalidad.

